Vox Populi: La Cuesta de Enero

 

Marcos Trujillo

Acabó la magia navideña, de fin de año, las comilonas y las desveladas, los brindis y las levantadas tarde, y este jueves comenzó la tradicional visita de los nayaritas al Nacional Monte de Piedad, léase el empeño, para precisamente conseguir recursos frescos mediante el empeño de algún bien, que les permita capotear el temporal de lo que es la primera quincena de enero hasta en tanto llega el pago del salario correspondiente.
Grabadoras, nintendos, televisiones, estéreos de auto, modulares, cuadros, muebles, herramientas, instrumentos musicales, joyas y hasta películas en DVD fueron llevadas ante el valuador para conseguir que los 100, que los 500, en otros casos que los mil o los dos mil pesos de préstamo, ello con el objetivo de afrontar los gastos de comidas, pasajes, y peticiones que los hijos hacen con motivo del regreso a clases, y desde luego para alcanzar a comprar aunque sea un regalito si es que no se tuvo la previsión necesaria, con motivo del Día de Reyes, que por cierto en Nayarit no es tan popular como la llegada del Niño Dios, o para los norteamericanizados, la llegada de Santa Claus.
A esta natural y tradicional actitud que nos caracteriza de gastar todo en fin de año, “al cabo ni más pobres, ni más ricos” decían en mi rancho, se le debe añadir el hecho de que ya comenzaron los incrementos en las tiendas de los barrios, en las distribuidoras de alimentos, en las misceláneas, en fin, en todos lados se están despachando con la cuchara grande, y si el año pasado, (apenas hace unos cuantos días) el precio del kilo de huevo estaba a 15 pesos, hoy se cotiza ya en 18 y en algunos casos hasta en 19 pesos. Los paquetes de tostadas de 25 piezas que anteriormente costaban 9 pesos hoy ya valen 10, “es que ya subió todo” argumentan los vendedores.
El galón de leche de dos litros ya cuesta 20 pesos en algunas tiendas, y en otras hasta 21 pesos, dizque porque “los incrementos se anunciaron para enero”, señalan los tenderos, y el público nomás mira de a cómo se están despachando con todo, aquellos que ya no le temen a nada ni a nadie.
Y es que mire usted que la Profeco sirve nomás para sacar listas de precios, pero de ninguna manera tiene potestad o facultades para multar a quienes encarecen las cosas, y aquí el argumento del delegado de la dependencia es que “mejor vayan a comprar en otra tienda donde les den más barato, hay que crear una cultura de consumo inteligente y obligar a quienes encarecen las cosas a que bajen los precios”… pues si, se oye bien de palabra, pero en los hechos, al dueño de la tienda de la esquina le vale poco menos que nada si voy o no a comprarle, pues al cabo tiene muchos otros clientes que sin chistar o renegando, pero pagan el precio que él pone.
Decían que el pan (el de comer eh) va a subir de precio también, y con eso del Tratado de Libre Comercio, también señalaron que las tortillas van a subir y costarán 9 pesotes, lo que de plano le va a dar en la puntilla a miles de mexicanos y nayaritas que apenas y si sobreviven con su salario de 49 pesotes diarios.
Aquí si quiero comentar que esos de la Comisión de los Salarios Mínimos de plano que se colgaron del alambre con esa autorización de 2 pesotes diarios para las tres zonas del país, pues es en verdad una mentada de madre el que hablen de su 4% de aumento, cuando saben que no sirve absolutamente para nada, sobre todo por los aumentos como los que le he comentado, mismos que traerán en cascada más aumentos que volverán a dejar por los suelos el poder adquisitivo de los mexicanos y de los nayaritas.
Pero bueno, mientras tanto, una señora que acudió al Monte de Piedad me decía muy ajena al problema de los aumentos, que el dinero que le prestaron lo iba a ocupar para algunos gastos y pagos de su casa, y para comprarle un juguetito de Reyes a su hijo, al cabo, “el dinero va y viene oiga”, puntualizó.
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